¿Recordáis cuando os hablábamos de lesiones y bajas? Pues mientras una de las Crochet llevaba su espalda al límite, la que escribe se enorgullecía de llevar una buena temporada ilesa (sí, soy un poco patosa, ¿vale?) pero si algo he aprendido es que NUNCA se puede decir que ya no puede pasar nada más...
Yo llevaba un año y medio...
Domingo 16. Mediodía. Bajada de andròmines en las fiestas de Horta. Me dispongo a tomar una foto de mis amigos bajando con su carro handmade (apodado Carro de Merda) cuando sin darme cuenta el preudovehículo en cuestión me arrolla, a mí y a un par de abuelas. Gritos, sangre, confusión. Al final el susto se saldó con cuatro puntos en la pierna derecha, otros cortes en la otra y múltiples contusiones y hematomas.
La atropellada con los conductores del Carro de Merda (sí, ellos también pillaron)
Moraleja: el año que viene me pondré detrás de la paja o bajaré vestida como un portero de hockey sobre hielo. Y es que, aunque siento devoción por mujeres valientes como Gerda Taro que se jugaron la vida para documentar en fotos lo que ocurría en el mundo, he decidido alejarme lo más posible de las situaciones de peligro para mi cuerpecito. Que bastantes cicatrices tengo ya.
Ah, ¡la famosa foto del partido! Me han dicho que hay un concurso fotográfico de la fiesta mayor, ¿creéis que puedo sacarme unos euritos por mi trabajo como reportera intrépida? ;)
Milésimas antes del desastre...
¡Buen miércoles y buena suerte!
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