Cinema a la fresca

Hoy las Crochet os proponemos un buen plan para las noches de bochorno que nos esperan durante los próximos 2-3 meses: ¡un cine de verano! Aunque lo primero que nos viene a la cabeza es esa imágen típicamente americana de la pareja de adolescentes dándose el lote en un coche mientras miran (o fingen mirar) una película de miedo, en Barcelona tenemos unas cuantas opciones para que disfrutéis al aire libre o encerraditos en una sala con aire acondicionado.

Para empezar, la archifamosa muestra de películas más o menos nuevas en el foso del Castillo de Montjuïc, que este año cumple su 10ª edición. Pros: se está fresquito y puedes hacer un picnic con tu tortilla de patatas, tu botella de vino y tu manta a cuadros. Contras: está a tomar por culo muy lejos y si no llegas pronto te toca sentarte tan lejos que es imposible leer los subtítulos a no ser que tengas vista de Superman.

de su flickr

En la misma zona pero un poco más accesible para los que nos movemos con transporte público tenemos la versión veraniega del Mecal (Festival Internacional de Cortometrajes de Barcelona), el Mecal Air. Por cuarto año consecutivo, esta muestra propone cada viernes hasta el 28 de septiembre cortometrajes y música al aire libre en el Poble Espanyol. La verdad es que se trata de una propuesta muy apetecible y variada, ya que cada semana se ofrece una programación diferente, y permite empezar el fin de semana tomando unas birras al fresco y difrutando de buenos cortos, anuncios o videoclips. ¡Nosotras volveremos!

La tercera propuesta al aire libre es el Gandules, que se celebra del 7 al 24 de agosto en el precioso Pati de les Dones del CCCB. La gracia de esta muestra (que también cumple su 10º aniversario) es que ofrece una programación única que rescata películas aclamadas en los festivales de cine internacionales pero que, por un motivo u otro, no han encontrado su lugar en los circuitos comerciales. Una oportunidad, pues, de acercarse al cine de autor en pleno centro de Barcelona. Importante: la entrada es gratuita pero, como ocurre con todo lo gratis en este país, si no llegas pronto te quedas fuera...

¿Que a ti lo que te gusta es meterte en una sala con el aire acondicionado tan fuerte que hasta tienes que ponerte la rebequita? Pues no hay problema, porque aunque la cartelera más comercial tiende a reducirse en los meses estivos salas como los Verdi o el Renoir son siempre una apuesta segura para ver lo mejor del cine europeo. Y para aquellos que no tengan ni para unas palomitas pequeñas, ¡los cines Méliès nos proponen recuperar clásicos de los buenos al módico precio de 3 euros!

Y si nada de esto te convence y prefieres tirar de videoclub (o de streaming...), siempre puedes colgar una sábana en la pared, poner unos cojines en el suelo y unas cervezas en la nevera y montarte tu propio cineclub el casa...

vale, mi terraza no es tan pro pero la idea es esta, ¿no? (de aquí)

Como veis la oferta es variada y todos sabemos que no hay nada como ver una película en pantalla grande así que... ¿Quién se viene al cine?